El folclore del fútbol siempre presenta duelos de hinchadas, lo atípico en este caso tiene que ver con que hubo varios cruces entre Atlético Tucumán y San Martín pese a que se encuentran en diferentes categorías.

El domingo el “Santo” cayó 2-0 en la final de la Primera Nacional y Aldosivi se quedó con el primer boleto a la máxima categoría. Era de esperarse que los “Decanos” aprovecharan el duelo contra Sarmiento para mofarse de su clásico rival, que ahora deberá buscar el ascenso en el Reducido.

Foto: Osvaldo Ripoll - LA GACETA

Así, en la previa del partido ante el “Verde”, los hinchas de Atlético colgaron banderas haciendo alusión a la victoria del “Tiburón” en Rosario. Al contener un mensaje ofensivo, el árbitro Andrés Gariano demoró el inicio del partido en el José Fierro.

Los trapos contenían dos mensajes claro. Uno ya había sido expuesto en otras ocasiones: “Sé que duele, sé que es feo, porque a tu club le falta huevo”, reza la bandera acompañada de unos fantasma con la letra “B” en alusión a la segunda categoría del fútbol argentino. La otra contenía un mensaje con insultos: “Ciruja P… No hay máquina descu…,vaya hacerse c… maestro”.

El partido entonces, comenzó 10 minutos después de lo previsto, en el ínterin, los simpatizantes “Decanos” sacaron todo el repertorio y le dedicaron varias canciones. La voz del estadio tuvo que pedir en varias ocasiones que las autoridades de la Liga Profesional solicitaban que bajen las banderas porque en esas condiciones el partido no comenzaría. Cada intervención del locutor recibió una catarata de silbidos.

Eso no fue lo único. En varios tramos de la tarde se escuchó la canción “El Tiburón”, de Proyecto Uno, los simpatizantes acompañaron con palmas al ritmo de la canción con ritmo pegajoso y la coreografía elegida por varios fue juntar sus manos por sobre su cabeza, simulando una aleta de tiburón.

Foto: Osvaldo Ripoll - LA GACETA

El broche de oro para que la fiesta “decana” sea completa fue el triunfo sobre Sarmiento, que contó con la presencia de Luis Miguel Rodríguez en los últimos minutos. El simoqueño fue ovacionado apenas ingresó al campo de juego, mientras recibía la cinta de capitán que hasta ese momento fue portada por Adrián Sánchez.

Para finalizar, ya con la tarde consumada, los simpatizantes del “Decano” terminaron entonando el “viejo y glorioso decano...”, que siempre contagia a todos los presentes.

Foto: Osvaldo Ripoll - LA GACETA

De principio a fin, lo vivido en el Monumental fue una fiesta interminable celeste y blanca. Los hinchas comenzaron celebrando el traspié de San Martín, pero terminaron celebrando los tres puntos conseguidos que lo mantiene en carrera de cara a su ilusión copera. Las lesiones, las suspensiones y demás, quedarán para otro momento. Ahora los simpatizantes solo tienen motivos para festejar.